¿Y si todo lo que sabías sobre el autocuidado en la maternidad estuviera equivocado? – Parte 1

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En esta publicación abordaremos los 7 mitos más comunes sobre el autocuidado en el posparto. Los autocuidados en la maternidad son todos aquellas actividades destinadas a mantener el equilibrio frente a los efectos estresantes, emocionales y físicos que conlleva el trabajo arduo de la crianza diaria.

¿Qué tal si te revelo que lo que te habían presentado como autocuidado en realidad son simplemente acciones de supervivencia?

Satisfacer las necesidades fisiológicas está más vinculado con la supervivencia que con el autocuidado. En otras palabras, comer, ir al baño, dormir adecuadamente y descansar no constituyen realmente autocuidado.

De acuerdo con la jerarquía de necesidades de Maslow, las necesidades fisiológicas básicas incluyen respirar, alimentarse, descansar, sexo y mantener la homeostasis. Incluso, hay quienes consideran que el sexo debeería ir en un escalon más arriba, porque sin sexo no se muere nadie, es decir, que podría ser incluso una necesidad de autocuidado y no de supervivencia.
Las actividades de autocuidado se centran en lo que haces para liberarte de la carga mental y física de la vida cotidiana. Por eso hoy te muestro los 7 mitos relacionados con el autocuidado de las madres:

Mito 1. No todo es autocuidado.

Bueno este mito es de lo que te vengo hablando, y no haré más enfásis en ello. Recuerda que comes, vas al baño, duermes y descansas  para sobrevivir, no es autocuidado. Entonces primer mito desterrado. A veces necesitas que alguien cuide a tu bebé para poder hacer algo que te haga sentir bien.

Mito 2. No. Tu bebé no es lo más importante de tu vida.

Así es, los hijos hacen parte de nuestra vida y es apenas uno de todos los roles y propósitos de vida que viniste a cumplir (aclarando que no todas las mujeres se sentirán conectadas con el propósito de ser madres y eso también está bien). Los hijos no son lo más importante en tu vida, están en un segundo lugar porque primero eres tú y es importante desmontar esta creencia de nuestra estructura de valores mentales. Para las que somos cristianas, Dios tampoco es el primero en tu vida porque Dios está en tu Todo.

Eso de colocar a las demás personas primero y después tú, lo que hacen es mantenerte en un estado de opresión que tarde o temprano harán más daños que beneficios. Porque estando en estado de supervivencia terminará por hacerte explotar con mayor facilidad cuando quisieras estar más disponible con tu bebé.

Por ejemplo, la mejor forma de enseñarle autoestima a tus hijos es esta: decirle o hacerle saber a tus hijos que ellos son lo más importante de tu vida es hacerles entender que siempre puede haber alguien que es más importante que ellos mismos.

Mito 3. Me cuido para cuidar a mis hijos.

No es sabio cuidarte por un motivo externo, sino por motivaciones intrinsecas, porque te cuidas para ti misma para ser feliz, para sentirte plena, no para cuidar de otros. Eso también es darle buen ejemplo a tus hijos.
Es normal que al principio, cuando tu bebé recién nace, duermas poco, no comas a tiempo, o no puedas asearte con tanta frecuencia porque te estás adaptando a un nuevo estilo de vida y porque los bebés necesitan resolver sus necesidades fisiológicas con alta frecuencia, sin embargo, a medida que pasa el tiempo y sigues en el mismo ritmo sin tener espacios de autocuidado tu salud mental puede colapsar. Y ese estilo no es sostenible por tanto tiempo.

Mito 4. Es imposible tener actividades de autocuidado cuando tienes un bebé que depende de ti todo el tiempo.

Esta es una de las situaciones que me llevó a ser una madre porteadora y a seguir llevando el mensaje del buen porteo a muchas familias. Porque el porteo te permite establecer un equilibrio entre las necesidades del bebé y las necesidades de las madres. Por lo cual favorece en gran medida la salud mental materna disminuyendo el riesgo de depresión y/o ansiedad en el primer año de vida de los bebés.

Como esto es insostenible terminas agotándote física y mentalmente por lo que tendrás pocos recursos para ser la madre que quieres ser.

Mito 5. El autocuidado en la maternidad es egoísta, te hace mala madre y por eso sientes culpa.

Este es uno de los mayores mitos. El autocuidado es esencial para mantener la salud mental y física, lo que beneficia tanto a la madre como a sus hijos. Una vez que la madre ha descansado y ha realizado actividades para su propio bienestar, tendrá más recursos para sostener emocionalmente a sus hijos.

Mito 6. El autocuidado es costoso.

Muchas madres piensan que no tienen tiempo ni recursos para dedicarse a sí mismas, pero el autocuidado no tiene que ser costoso o consumir mucho tiempo. Incluso pequeñas acciones pueden marcar la diferencia. Aquí te dejo algunas actividades que no cuestan dinero: leer el libro que hace mucho tienes guardado sin interrupciones, ir a caminar a un parque si las condiciones climaticas te lo permiten, ducharte por 20 minutos y masajear tu piel, ver una serie todo un día sin interrupciones mientras otra persona cuida a los niños, etc.

Mito 7. El autocuidado es solo para momentos en los que ya no puedes más.

Si bien el autocuidado puede ser especialmente importante en momentos de estrés, como la maternidad, es crucial incorporarlo como una práctica regular para mantener un equilibrio saludable en la vida diaria.

Todas las madres, independientemente de su situación, necesitan tiempo para sí mismas. Contar con ayuda puede facilitar el autocuidado, pero no significa que no sea necesario para todas las mamás.
Si bien el cuidado del cuerpo es importante, el autocuidado también implica atender las necesidades emocionales, mentales y sociales. Cosas como dormir lo suficiente, expresar emociones y conectarse con otros son fundamentales para el autocuidado en la maternidad.

En la parte 2 revisaremos lo que significa la gestión emocional mientras soy madre y cómo abordarlo para no enredarnos.

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