¿Cómo fueron los 6 primeros meses de mi lactancia exclusiva?

Cuando empecé mi embarazo indagué y busqué la forma de cómo podía lactar a mi bebé porque era lo que más deseaba con mi corazón. Para mi hay 3 requisitos importantes para tener una lactancia exitosa: querer, informarse y aprender a confiar.

Yo tenía claro que quería hacerlo, lo siguiente era trabajar en los otros 2 requisitos: Información y Autoconfianza. Lo hice a través de la lectura, de asistir a grupos de apoyo y de relacionarme con otras madres con experiencia. Sin embargo, cuando llegó el gran día me di cuenta que en la práctica no era tan sencillo, por fortuna me encontré con un ángel. Ella era una auxiliar de enfermería que con paciencia ayudó a que mi bebé se prendiera del pecho por primera vez con la técnica correcta, no recuerdo su nombre ni su rostro, pero le doy gracias al cielo por estar en ese turno. En algo si me ayudó lo que había estudiado y era que estaba totalmente convencida que debía confiar en mí y en mi bebé, eso fue lo que hizo la diferencia y no me dejó tirar la toalla en los primeros intentos.

Cuando llegamos a casa pensé que había llegado mi tiempo de descansar, pero se vino una revolución en la que aprendí que la maternidad te hace fuerte y te expande como mujer.

Los 3 primeros días bajaron las preciadas gotas de calostro, (llamado también oro líquido) porque son pequeñas gotas con altas concentraciones de nutrientes e inmunoglobulinas (la primera vacuna) y que son suficientes para el pequeño estomago del recién nacido. Luego de estos primeros días, vino la bajada de la leche, ¡mucha leche! Se me llenaron tanto los pechos que aún se me sentían bolitas en las axilas, pero todo esto es normal.

Me enfrenté a los brotes de crecimiento, que son momentos claves en los que el bebé hace tomas largas y muy frecuentes con el propósito de aumentar la producción de leche. Generalmente se dan a los 17 días, a las 6 semanas y a los 3 meses. Cada mamá y bebé son diferentes, pueden ser antes o después. A los 4 meses se da un falso brote de crecimiento, ya que en realidad sucede es que el bebé está introduciendo nuevas fases de sueño y se le dificulta dormir por lo cual se vuelve irritable pero no tiene que ver con la lactancia (algunas mamás suelen confundir esta irritabilidad y llantos frecuentes con hambre porque logran ver que el bebé se calma con el seno, pero en realidad es que de esta manera se le facilita el descanso).

Para estos 6 meses fueron claves saber que mi pecho no solo nutre al bebé, sino que también es alimentado de manera afectiva y que fortalece el vínculo. Un bebé no solo pide seno por hambre sino por sueño, porque está cansado, porque está triste, porque quiere ser consolado, porque quiere estar cerca del cuerpo de su madre (su lugar seguro), etc. Lo cual hace pensar a algunas madres que “su leche no lo llena” y es que para el bebé es mucho más que comida.

Es importante saber que la lactancia funciona mejor sin horarios y a demanda del bebé. De esta manera se asegura la producción de leche que el recién nacido necesita. Porque a mayor succión mayor producción. Por cada gota de alimento suplementario es una gota de leche que deja de producir nuestro cuerpo.

Si me estas leyendo y crees que el trabajo es un impedimento para lograrlo quiero decirte que se Puede. Actualmente la licencia de Maternidad dura 4 meses y medio aproximadamente, hay mujeres que logran quedarse en casa con licencia no remunerada hasta 6 meses o solicitando las vacaciones para esos días. en caso de que no se pueda puedes asesorarte con una experta en lactancia o con la liga de la leche para que te enseñen a formar tu propio banco de leche.

Actualmente hay muchas formas de lograr una lactancia materna exclusiva. Pero si aun así, después de haber agotado todos los recursos no lo logras no te culpes ni te sientas mal, cada gota de leche materna aporta defensas, nutrición pero sobre todo amor.